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martes, 30 de julio de 2013

Ator el Poderoso

Última reseña del mes, así que abro El Baúl Mohoso para traeros la versión italiana de Conan el Bárbaro. Casi nada.

Ator el Poderoso se estrenó en el mismo año que Conan, en 1982, y está claramente "inspirada" por aquella aunque con un presupuesto ridículo (lo que se nota bastante), formando parte de lo que se conoce como mockbusters, esas películas paródicas/copias baratas de éxitos cinematográficos. El director y guionista (por llamarlo de alguna manera) es Joe D'Amato, que hasta entonces se había dedicado mayormente al cine erótico italiano.

Curiosamente, parece que la película cayó en gracia, puesto que esta es ni más ni menos que la primera entrega de las peripecias de Ator de un total de cuatro, que por supuesto, acabaré viendo y reseñando para esta sección en el futuro.

La película cuenta la historia de Ator, hijo de Torren (Thor según la versión en castellano, no sé muy bien porqué), un niño que nace trayendo consigo la profecía de que él acabará con el Arcano, cuyo poder domina el mundo actualmente. El joven Ator es ajeno a su destino, hasta que un día secuestran a su amada Sunya, y parte en su búsqueda, a la vez que descubre quién es.

Clásica película de fantasía, ¿verdad? Ya sabéis, el nacimiento de un niño con una profecía, el Arcano (o Señor Oscuro, o Señor de la Guerra, etc.), las armas mágicas, el mentor del héroe, rescate de la dama en apuros... No obstante y de manera sorprendente, la presentación de la historia no está mal. Salta a la vista que los medios con los que se han hecho esta película son bastante escasos, no hay más que ver la desastrosa iluminación de las escenas, pero a primera vista, empezaba a pensar que el verdadero problema de esta película era únicamente la falta de medios o la poca destreza técnica.

¿Alguien ve algo?

Y es que ciertamente, el nivel alcanzado en esta película es francamente bochornoso. Además de la iluminación (o falta de ella), el vestuario en muchos casos también deja que desear, o resulta francamente inconcebible. Nada como ver a unos bárbaros caminando a pleno sol en lo que claramente parece verano cargados de pieles como si estuvieran vagabundeando bajo la nieve. 

El montaje y los cortes en la banda sonora están hechos a machetazos (¡con la espada de Thor!), las transiciones son muy bruscas y la música se corta sin piedad. Y por supuesto, no hay que olvidar que estamos en los 80, así que además de esos pelucones (aunque no es lo peor que he visto en ese sentido), no podremos evitar la clásica cancioncilla ochentera como cierre de la película, aunque no pegue nada.

Si solo fuera esto, el problema estaría muy contenido. Quiero decir, la película, aunque sea una copia descarada y barata de Conan, podría tener su buena intención, y podría suplir esa carencia técnica con algunos elementos interesantes y resultar entrañable, como El Hobbit soviético. Pero al final te acaba dando una de cal y otra de arena. 

Claro que sí, amable desconocida con cuernos, me tomaré este brebaje sin sospechar nada

Tiene un buen arranque, y luego lo estropea con diálogos absurdos e interpretaciones pésimas, como esa grandiosa escena en la que Ator (Miles O'Keeffe) habla con sus padres sobre su hermana. Presenta de manera muy eficiente a un personaje secundario, como Roon (Sabrina Siani), para luego tratarla de manera lamentable en lo que respecta a su desarrollo en el resto de la película. Escenas medianamente entretenidas alternadas con una pelea de amazonas que no viene al caso y en la que solo faltaba el barro... Y así podría seguir. 

¿Y qué hacéis para divertiros por aquí?

A pesar de todo sí apunta un par de destellos interesantes, y me gustaría destacar en ese sentido la pelea de Ator contra unas sombras. Salvando la falta de medios, me pareció bastante curiosa como concepto, aunque su resolución es escandalosamente evidente y torpe. 

De lo más interesante de la película

Por lo demás, el guión es un desastre. Presentan al malo al principio sí, pero os sorprendería conocer lo absolutamente inútil que ha sido su participación en la película. Lo que más miedo daba de él era su asquerosa fascinación por las arañas, pero esto reconozco que es un tema mío personal. 

Pero es que no hace otra cosa. Mata unos esbirros o algo hombre, o calcina un par de aldeas al azar para que la gente vea lo malo que eres. Pero nada, todo el santo día jugueteando con sus arañas. Para que os hagáis una idea de lo inepto que es como villano, hizo una incursión en la aldea de Ator para matarlo, prácticamente al principio de la película, y fue al único que dejó vivo. Bravo.

Y esto es todo lo que hace en la película, sobar arañas

La relación entre Ator y Roon no tiene pies ni cabeza, no entiendo sus reacciones. Y me da pena, porque Roon me pareció un personaje interesante y que podría haber dado mucho más de sí, de haber sido tratado mejor. Si no contamos por supuesto al osezno que les acompaña a todos lados y que se tira toda la película correteando por ahí, sin saber muy bien a qué viene. Espero que en Ator 3 el oso ya haya crecido y Ator vaya cabalgando encima de él, porque si no... 

Mención aparte merece Sunya (Ritza Brown), la prometida de Ator y que resulta un personaje totalmente indiferente. A mi me daba igual qué iba a pasar con ella, ya que la raptan cuando apenas la conocemos de 5 minutos. Por mi como si se la come la araña gigante. También tiene algún que otro giro de guión inesperado, aunque eso no quiere decir que sea bueno o tenga sentido.

¡Oh, no! ¡Está en peligro! Un momento..., ¿a alguien le importa?

La duración de la película es ajustada, una hora y media, en la que prácticamente vamos de una aventurilla a otra, a veces calcando escenas de Conan sin ningún tipo de vergüenza (como la de la bruja que se encuentra), y avanzando a golpe de "pues-porque-sí", hasta la inevitable confrontación con el villano... a 10 minutos del final, y cuya resolución es épicamente lamentable.

Ator el Poderoso es bastante entretenida si a uno le gusta la fantasía épica y las historias de espada y brujería, aunque solo sea para pillar las referencias a Conan o reírse por lo ridículo de algunas situaciones, actuaciones o desenlaces. Personalmente pasé un buen rato con ella, siempre teniendo en cuenta para la sección que la estaba viendo...

martes, 23 de julio de 2013

Yahari Ore no Seishun Love Comedy wa Machigatteiru.

Tras este kilométrico título se encuentra un anime de 13 episodios estrenado en la pasada temporada de primavera, a cargo del estudio Brains Base. Dentro de la temporada, parecía una serie ligera que me serviría para desconectar de otras aparentemente más ambiciosas, y en este caso, me alegra poder decir que ha cumplido su cometido.

La serie nos presenta a Hikigaya Hachiman, un estudiante de instituto bastante descreído con la sociedad, y que tiene un punto de vista muy particular sobre la vida. Mientras el resto de sus compañeros quieren aprovechar esa etapa de su vida al máximo, él apenas tiene trato con nadie. Lo único que quiere es pasar desapercibido y vivir sus días con tranquilidad, inmiscuyéndose lo menos posible. 

Sin embargo, un día la profesora le obliga a apuntarse a un Club de Voluntarios, cuyo objetivo es ayudar a aquellos que lo pidan. Allí se encontrará a Yukinoshita Yukino, una de las chicas más guapas del instituto pero que tampoco destaca precisamente por sus habilidades sociales.

A priori, la sinopsis no promete mucho. A bote pronto, la serie recuerda a Boku wa Tomodachi ga Sukunai, al centrarse en un club de repudiados sociales que van un poco al margen de las convenciones o comportamientos normales de un instituto. Pero afortunadamente, eso es lo único que tienen en común, ya que a diferencia de aquella, Oregairu (nombre abreviado de la serie) se muestra como un entretenimiento que, si bien no es nada especialmente destacable, tampoco insulta al espectador.


Los personajes son interesantes, y la serie juega un poco con los clichés pero sin caer completamente en ellos de manera bochornosa. Hachiman, al que se podría considerar el protagonista, es un chico que a primera vista puede caer mal, siempre va a lo suyo y cuando habla es para ser brutalmente franco. Igual al espectador le da un poco igual, pero es interesante tener este punto de vista en la serie. Las otras dos protagonistas, Yukino y Yui, también tienen más matices de los que uno podría suponer en un principio. Si bien los papeles de las dos quedan bastante claros desde el principio, así como su personalidad, no llegan a resultar aburridas o cansinas.

Oregairu presenta además un elenco de secundarios bastante peculiar, donde el personaje al que se podría considerar más "mono/a", es en este caso un chico con aspecto bastante afeminado; tenemos un extravagante conocido de Hachiman, Yoshiteru (con la siempre poderosa voz de Nobuyuki Hiyama); al clásico compañero guaperas, Hayato, que resulta que tiene dos dedos de frente y aporta un contrapunto interesante a Hachiman; el pervertido de la serie es en este caso una fujoshi, Ebina, o para terminar, la hermana de Yukino. También tiene otros personajes menos interesantes, está claro, no podía ser todo bueno, y algunos como Yumiko, personaje que igual podría haber dado más de sí (o lo dará en un futuro).


Es de agradecer también que la serie no recurra al fanservice, como uno podría temer en un principio. Si esta fue la lacra de Boku wa Tomodachi, en Oregairu no tenemos ese componente, a pesar de que tenemos algunos momentos donde se podría considerar que la serie cae en estos clichés, aunque al final no es nada comparable ni se hace de manera insultante.

Los episodios son por lo general bastante entretenidos de ver y cumplen su función de distraer esos 20 minutos, a la vez que no pretende sentar cátedra sobre nada, lo que es de agradecer. La animación es bastante correcta por lo general, sin grandes alardes y un tanto espartana en ocasiones, pero tampoco creo que tenga caídas muy bruscas de calidad, de manera que al final la serie proporciona 20 minutos semanales de entretenimiento de manera eficiente.

Tiene también algunas tramas bastante curiosas, sobre todo por la manera de tratar ciertos temas que aparecen, como el bullying o las responsabilidades de organización, sobre todo por el punto de vista de Hachiman. Si bien no es una serie que nos hará pensar y replantearnos muchas cosas, es curioso de ver cómo afronta algunos temas. También tiene algún conato de trama romántica, algo que parece inevitable, pero tampoco está mal tratada.

Oregairu no es una serie que perdurará en mi recuerdo, pero ha cumplido con lo que pretendía de ella, y eso ya es bastante. Es una comedia ligera bastante decente y entretenida, con unos personajes que caen bien, correctamente animada y con algunos detalles interesantes en su historia. No es especialmente recomendable, en el sentido de que hay seguramente decenas de animes que merecen ser vistos antes, pero si uno busca una serie del estilo no creo que defraude.


viernes, 19 de julio de 2013

Star Trek Into Darkness

Prácticamente dos bochornosos meses después de su estreno (y no me refiero únicamente al calor), nos llegó finalmente a España la segunda entrega del relanzamiento cinematográfico de la saga Star Trek, cuya primera entrega tuvo lugar hace cuatro años.

Al igual que en la anterior, J.J. Abrams se encuentra en la dirección, lo que aseguraba a priori cierta continuidad en el estilo. Por su parte, en el guión repiten Alex Kurtzman y Roberto Orci, a los que se sumó el controvertido Damon Lindelof, cuya última contribución fue Prometheus.

En esta ocasión, la tripulación del Enterprise tiene que hacer frente a un enemigo que les está atacando desde dentro, poniendo en apuros a la cúpula de la Federación. Kirk, Spock y el resto de la tripulación se embarcarán en un viaje para buscar y capturar a este peligroso individuo.

La primera película de Star Trek dirigida por Abrams me dejó una gran sensación. Fue una sorpresa de lo más agradable, pasé un gran rato en el cine viendo una película que representaba al entretenimiento en su estado más puro. Y en esta, lo ha vuelto a conseguir.

Star Trek Into Darkness es espectáculo y diversión de principio a fin, desde su alocado comienzo hasta la presentación del villano de la función y su resolución. Te mantiene pegado a la butaca con un ritmo apabullante y un gran sentido del espectáculo.

Uno de los puntos positivos que tiene la película son los personajes, y por extensión, las actuaciones. En esta segunda entrega ya no es necesario dedicar tiempo a presentarnos a unos y otros, ya conocemos a la amplia mayoría de la tripulación y su personalidad, sabemos cómo van a reaccionar o qué se puede esperar de ellos. Los actores, a su vez, ya conocen a los personajes, y en esta películas los he notado muy cómodos, sueltos, haciéndolos suyos. 


Zachary Quinto convence cada vez más como Spock, y Chris Pine, que igual fue el que menos me convenció (aunque no lo hacía mal) en la primera película, en esta sí me ha parecido un buen Kirk. La evolución de la relación entre Kirk y Spock es otro de los puntos fuertes de la película, y está desarrollada francamente bien, con escenas muy buenas donde se aprecia la amistad, el aprecio y el respeto entre estos dos personajes. 

El resto de secundarios también están muy bien, todos, y por supuesto, tendría que destacar a Benedict Cumberbatch, una de las grandes atracciones de la película (es increíble como gran parte de la promoción se ha centrado en él), y que no decepciona en absoluto, proporcionando un villano carismático y que consigue transmitir una sensación de amenaza real, así como la superioridad que se le supone a su personaje. La pena es no poder disfrutar de más momentos de algunos secundarios, que se han visto bastante relegados, pero en dos horas no hay tiempo para mucho más.

Como pequeña excepción al diseño y desarrollo de los personajes, solo añadiría el innecesario fanservice protagonizado por Carol (Alice Eve), una escena que no aportaba absolutamente nada más que enseñar a la chica en ropa interior. Ya sabemos que Kirk es un pícaro, pero hay otras formas más inteligentes de mostrar esta faceta suya, seguro. En cualquier caso, no es culpa de la actriz en absoluto, más bien del guión.


Tras una presentación donde se nos recuerda con un par de pinceladas a la tripulación del Enterprise y sus peculiaridades, así como conocer un poco las directrices de la Federación y la misión de viajar e investigar planetas y mundos de la Enterprise, se pasa al conflicto principal y el villano hace su aparición, de manera bastante efectiva. La historia principal de esta película está bien planteada, y el guión va manejando bastante bien la información, sin dártela toda mascada, lo que se agradece, pero sin que al final uno tenga la sensación de que la historia no tiene sentido. Además, ameniza el metraje con momentos de humor muy bien intercalados, a veces de manera muy sútil ("¡Soy médico, no técnico de torpedos!").

Y para llegar a la resolución, asistimos a escenas de acción muy bien planteadas, donde se nota que Abrams está bastante cómodo, así como a algunos pequeños debates en torno a la importancia de la tripulación y el concepto de familia que representa para los propios tripulantes, la lealtad o la obligación o no de seguir las reglas y órdenes a rajatabla. La película tiene escenas grandiosas en cuanto a acción, en lo que respecta a algunas revelaciones, o alguna escena elegantemente emotiva y conseguida.

Es cierto que esta nueva versión de Star Trek tira más para la acción y el puro entretenimiento que la serie clásica, pero creo también deja alguna pincelada sobre temas más personales y filosóficos. Y personalmente, creo que no hay que olvidar que estamos ante una película, donde por las características que tiene igual es más acertado dar más importancia a la parte de acción que a la introspectiva. Para eso están las series de televisión, donde se tiene más tiempo.


Visualmente la película es una gozada. Buenos efectos visuales que se aprecian en una cantidad relativamente importante de escenas impactantes, como por ejemplo, ese sensacional momento cuando la Enterprise se levanta del océano donde se oculta. La única excepción, los dichosos brillitos y reflejos que también se colaron en la primera entrega. La música de Giacchino, al igual que los actores, se acopla estupendamente ya a la historia, siendo muy continuista con los temas de la primera temporada (como debe ser), y acompañando con temas emotivos, épicos y más movidos de forma muy eficiente, cuando corresponde. Estuve tarareando el tema principal de la película durante horas, después de verla. Es grandiosamente épico.

Como podéis ver, he disfrutado mucho de esta película. Puedo entender que los fans más acérrimos de la serie original la vean "demasiado starwasiana", pero a mi me gusta cómo ha quedado la mezcla, especialmente si estamos hablando de aventuras para películas. Star Trek Into Darkness, desde mi punto de vista, proporciona algo más de dos horas de pura diversión, entretenimiento y disfrute, tanto a nivel de historia, como técnico, o de personajes, lo que es de agradecer. Esto es algo que otras propuestas del estilo estrenadas recientemente no han conseguido, sin ir más lejos.

martes, 16 de julio de 2013

Chihayafuru 2

Chihayafuru es una de esas razones por las que sigo viendo anime, a pesar de encontrarme (especialmente en los últimos años) con productos de lo más decepcionantes. Esta segunda temporada está producida también por Madhouse y dirigida por la misma persona que la primera, Morio Asaka, aportando otros 25 episodios más para la adaptación animada del manga de Yuki Suetsugu.

Intentaré no soltar algún spoiler importante, pero algún detalle de menor importancia de la primera temporada se me escapará para comentar alguna cosa concreta. 

La historia comienza donde terminó la primera temporada, con el club de karuta de Chihaya ya a pleno rendimiento, e intentando reclutar a nuevos miembros a la vez que siguen entrenando para los futuros torneos que se les vienen encima, así como intentar progresar en las distintas categorías.

En esta nueva temporada nos ahorramos ya la presentación de los personajes principales como la propia Chihaya, Taichi, Kanada, Desktomu o Nikuman, personajes que ya conocemos en mayor o menor medida y que en esta temporada siguen estrechando lazos y se les ve con más confianza entre sí. Continuar sabiendo qué ha sido de ellos es una gozada, y la interacción entre ellos sigue siendo uno de los platos fuertes de la serie, si no el que más. Chihaya, especialmente cuando está alocada y nos regala esos instantes de comedia tan agradecidos, ya se ha convertido en uno de mis personajes favoritos.

En esta temporada se dedican algunos episodios al principio a intentar presentarnos a nuevos personajes que se suman al grupo, y creo que estos nuevos personajes, de forma general, no han estado todo lo aprovechados que podrían. De alguna forma, no me ha terminado de dar la sensación de que "pertenecen al grupo", y me ha costado abandonar esa sensación. A pesar de todo, sí que proporcionan algún gran momento en la serie, como por ejemplo el corte de uñas más épico que habré podido ver en una serie. Además, sí que es curioso e interesante ver su evolución, cómo su implicación con el club varía, desde su motivación inicial para apuntarse, a las sensaciones que transmiten al final de la temporada. No dudo de que pueden dar más juego en el futuro.


En esta temporada se ha dado mucho peso al torneo de clubes, bastante más que en la primera, donde los minutos tenían que repartirse para conocer a los personajes. Volvemos a ver caras conocidas y las diferentes rondas, salvo alguna excepción, fueron todas muy entretenidas, demostrando que la serie funciona bien también en su apartado deportivo. Era interesante ver a los nuevos competir y cómo se van introduciendo en este mundillo, y por otro la serie sigue siendo tremendamente entretenida y juega con varios factores, dando a cada personaje su momento de gloria o de comedura de cabeza. Al ser cada ronda una partida al mejor de 5 victorias da mucho juego para que haya alguna sorpresa, tanto para las victorias como para las derrotas, y esta temporada ha tenido algunas victorias muy chulas y reconfortantes para algunos personajes.

La excepción que comentaba es la ronda contra Megumu, que encadenó una serie de episodios que, si bien no me parecen en absoluto malos, no llegaron a engancharme tanto como las partidas precedentes y posteriores. Me parece que en la parte central del torneo el ritmo se resiente, y coincide además en que esta temporada ha sido más largo que en la anterior. Como en esta serie me gusta más la interacción de los protagonistas, cuando se alargaba una partida contra una rival que además no me resultaba especialmente interesante (a pesar de que debería serlo), noté un pequeño bajón.


A pesar de todo, Chihayafuru tiene el mérito también de que algunas partidas donde los miembros del grupo no participan también consiguen captar la atención del espectador, como cierta partida entre dos monstruos del karuta. Curiosamente, aunque estos personajes no sean los más carismáticos, ver el nivel desplegado en el juego fue algo espectacular, y nos lleva a pensar cómo afrontarán nuestros protagonistas este escalón en el futuro.

En lo que respecta al apartado de las relaciones entre los personajes, especialmente al triángulo Taichi-Chihaya-Arata, creo que sufre del mismo problema que los novatos. Hemos pasado tanto tiempo viendo al grupo, que, al menos en mi caso, cuando meten a Arata... no me termina de encajar. Hemos visto mucho de Taichi y Chihaya, y ahora Arata me resulta un extraño, máxime cuando se ve que solo tiene que hacer una llamada para dar la sensación de tirar por tierra cualquier atisbo de avance en el otro sentido. Se mantiene así un delicado equilibrio que en ocasiones me resultó un poco frustrante, porque lo veo muy descompensado.


Parece que ha quedado una reseña negativa por algunos comentarios en ciertos puntos, pero nada más lejos de la realidad. Es que todo lo demás es de sobresaliente y sería repetir todas las bondades de la primera temporada, que eran muchísimas. Chihayafuru sigue siendo una gozada de ver, y era de las series, tanto de anime como de no-anime, que más estaba esperando ver semana a semana. Una serie muy entretenida y disfrutable, y además con una calidad de animación bastante notable y constante.

Es cierto que este temporada me ha gustado un poco menos que la primera, pero no es nada grave, esos detalles que he comentado no empañan demasiado una de las mejores series anime de los últimos años. Sigue siendo altamente recomendable. Lo peor, más allá de los detalles sobre tal o cual ronda o si los nuevos se sienten integrados o no, será esperar a ver cómo continúa la historia, al menos si uno decide esperar a una nueva temporada de anime.

viernes, 12 de julio de 2013

After Earth

After Earth es la última película de M. Night Shyamalan, director que levanta grandes pasiones, sobre todo cuando son para atizarle palos con cada película nueva que presenta. En esta ocasión y al igual que con Airbender, la historia no es suya, sino que parte del mismo Will Smith. Shyamalan se encargó de retocarlo junto a Gary Whitta, guionista de El Libro de Eli.

Esta es otra de las películas que más estaba esperando dentro de la avalancha de estrenos veraniegos que se nos viene encima. Personalmente y para aclarar mi postura ante esta reseña, debo comentar que he defendido todas y cada una de las películas de Shyamalan que he visto (solo me falta Airbender). Lo hago a pesar de las evidentes incongruencias de Señales, que las tiene, del final de El Bosque, que me gusta, o de la historia de La Joven del Agua, película que me encanta de principio a fin, por otra parte. 

Además, huelga decir que considero El Protegido una de las mejores películas de superhéroes que he visto, y curiosamente, su mayor éxito, El Sexto Sentido, es la que menos me gusta junto con El Incidente, aunque no están mal. Sin embargo, considero que en esta película gran parte de los palos son merecidos. Pero vamos por partes.

After Earth nos sitúa en un futuro donde la humanidad se ha visto forzada a abandonar la Tierra. En una de las nuevas colonias, Kitai espera la llegada de su padre, Cypher, un legendario guerrero que tuvo un gran peso en la conquista del planeta donde viven ahora al hacer frente a los Ursa, unas criaturas que se sienten atraídas por el miedo. Kitai se entrena día tras día para seguir los pasos de su padre, aunque su temperamento termina impidiendo siempre que de el paso al frente necesario. Cuando Cypher llega, se llega a Kitai con él en una misión con el objetivo de estrechar lazos, pero la nave tiene un accidente y acaba aterrizando en la Tierra, un lugar que ahora presenta un peligro enorme.

After Earth empieza con un batiburrillo de escenas para contextualizar la situación que vive la humanidad ahora mismo. Una especie de prólogo que no funciona del todo mal, aunque por momentos es un tanto confuso, cosa que me sorprende teniendo en cuenta el general buen hacer de Shyamalan con estas cosas. No obstante, la presentación de los personajes me parece bastante eficiente, retratando con unas pinceladas las personalidades de Kitai (Jaden Smith) y Cypher (Will Smith), los absolutos protagonistas de la película.


El punto de partida también me parece interesante. Kitai no puede cumplir su objetivo porque le puede el miedo, lo que le genera inseguridad. Y el miedo es el gran motor de esta película, a pesar de que en la sinopsis y en los trailers que han estado vendiendo parezca que sea una aventura de supervivencia por una Tierra hostil. En realidad todo gira alrededor del miedo y su superación para crecer como persona, para dar ese salto de madurez.

Hasta aquí, bien. Pero surge uno de los primeros problemas, y es que una vez planteada la película, su motor y su objetivo, todo se vuelve soporíferamente predecible. La idea me parece buena, pero el espectador puede aventurar qué va a ocurrir en cada hito de la película, sabe qué va a tener lugar, a qué se va a tener que enfrentar nuestro personaje, y el resultado de su misión. No hay emoción, intriga, ni se llega a tener empatía con los personajes. Esto se puede entender hacia Cypher, pero Kitai debería conseguir que el espectador estuviera con él, le acompañara y sufriera durante su aventura, ya que es el protagonista. Y no lo consigue.

Y no lo hace por otro de los problemas de la cinta: los actores. No tengo nada en contra de Jaden Smith, pero no me ha gustado su interpretación, que me parece poco creíble, forzada y demasiado exagerada en ocasiones. No me parece buen actor, o por lo menos, debería decir que no me ha gustado cómo se desenvuelve en esta película, donde tiene que soportar el peso absoluto de la narración. Porque Kitai es el protagonista de la película, y aunque Cypher esté por ahí, su participación es casi anecdótica. Y por otra parte, tampoco me ha gustado la actuación de Will Smith. Es un actor que me suele gustar para las películas de acción, creo que tiene carisma, pero aquí confunde el no sucumbir ante el miedo con poner cara de jarrón durante la hora y media de metraje.


El apartado visual sí me ha gustado, hay algunas escenas muy bonitas estéticamente, y los efectos digitales creo que cumplen bien. Algún otro detalle de la producción me parece más discutible, ya que había momentos que tenía la impresión de que esta película se habría rodado con muy poco presupuesto, pero resulta que no ha sido así. Igual se han dejado el dinero en los efectos por ordenador, porque por momentos tanto el vestuario como el diseño de la nave me ha parecido de mala calidad, no me han resultado creíbles. Especialmente algunos detalles de las naves, como esos cinturones de seguridad, cajas para guardar cosas o las persianas de plástico. En cualquier caso es una apreciación mía, igual no he sabido pillarle el punto a la ambientación.

Al final, el poco acierto de las interpretaciones, alguna tecnocháchara sin mucho sentido o partes del guión que hay que aceptar "porque sí" a pesar de que resultan muy forzadas, resienten el visionado de la película hasta niveles que a mi me parecieron molestos. Hay partes pesadas, y los pocos chistes o alivios cómicos (algunos bastante buenos) no logran compensar eso. Al final estaba deseando que terminase, y cuando llegó el final me llevé otra decepción más, gracias a cierta escena.

No me parece que sea tan rematadamente mala como la pintan, ya que a Shyamalan parece que ya siempre le van a nominar a los Razzies, pero no me parece una buena película. Aunque creo que sería justo echarle también su parte de culpa a Will Smith, que la idea original es suya así como la producción, e imagino que habrá querido marcar ciertas pautas en la cinta. Igual puede resultar medianamente entretenida verla en el cine, aunque dependerá de vuestra tolerancia a ciertos momentos. En mi caso, no me ha gustado lo que he visto y terminó aburriéndome bastante.


miércoles, 10 de julio de 2013

Sasami-san@Ganbaranai

Esta reseña viene con un poco de retraso, ya que fue un estreno de la temporada de invierno de 2013, terminando hace casi 4 meses tras 12 episodios. Este retraso os puede dar una idea, así de partida, del interés con el que he visto esta serie...

Sasami-san@Ganbaranai es una producción del conocido estudio Shaft, basada en una serie de novelas. La historia se centra en Sasami, una especie de hikikomori que rehusa salir de su cuarto, ya que no le motiva absolutamente nada de su vida, y se pasa gran parte del día pegada al ordenador o durmiendo. Su hermano es la persona que la cuida y se hace cargo de ella con una actitud totalmente servicial y sumisa, y es que Sasami no es lo que aparenta ser.

Siempre tengo cierto interés por las series basadas en hikikomoris o personajes asociales, me resulta interesante ver cómo tratan ese tema, y por ello el argumento de esta serie me atrajo desde un principio. Eso y que fuera Shaft el estudio de animación, que por lo menos intentan aportar un toque diferente al resto de estudios.

Tenía mucho interés en ver el primer capítulo, y me encontré con algo que no sabría exactamente cómo catalogar. La animación era portentosa, llena de vitalidad y fluidez, utilizando unos colores pastel y un diseño de personajes muy agradable, aunque igual excesivamente saturada en ocasiones. Pero la historia no tenía ni pies ni cabeza. Uno termina el primer episodio y directamente no sabe qué está viendo, porque no es una introducción de personajes en el sentido clásico, es un capítulo de acción pura y dura donde de repente no encontramos extraños poderes, y no sabemos si estamos viendo un delirio de la protagonista o del guionista.


Si uno tiene la paciencia de seguir con el segundo capítulo, aunque solo sea por curiosidad, empieza a cobrar algo de sentido la cosa. Y es que como comentaba al principio, Sasami no es una chica normal, y esta serie tiene su base, en gran parte, en la mitología japonesa. Es en este par de episodios siguientes donde entendemos el punto de partida de la historia, y ahora sí, comprendemos lo que ha pasado en el capítulo uno. Pero no me extrañaría que hubiera gente que después de ver el primero, directamente aparcase la serie.

El gran problema de este anime, es que a pesar de su interesante punto de partida, utilizando la mitología japonesa más o menos de forma original, es tremendamente irregular. Es capaz de mezclar momentos brillantes y muy conseguidos, especialmente en lo que respecta a la acción y alguna que otra batalla, con otros momentos que son tan absurdos, pillados por los pelos o directamente aburridos que uno no sabe muy bien qué pensar.

Hay capítulos que me parecieron un tedio absoluto, aunque luego sabían meter alguna que otra escena interesante que lograba captar la atención, al menos para ver qué pasaba el siguiente capítulo. Así pues, prácticamente al terminar cada capítulo me planteaba qué hacer con esta serie. Y si seguí con ella, fue porque mientras pasaban las semanas de esta forma, me encontré con un arco central, alrededor del sexto capítulo, que me gustó bastante y me pareció muy espectacular y bien planteado. Lamentablemente, salvo estos dos o tres episodios, donde parecía que finalmente la serie mostraba sus cartas y se iba a lanzar hacia el final, se vuelve de nuevo al tedio original. Y claro, ya en el capítulo 9 y siendo 12, pues aguanté para terminarla.


Tampoco me parece que esté bien planificada, ya que se permite el lujo de introducir un nuevo villano (o villana en este caso) hacia el final de la serie, prácticamente hacia el capítulo 10, sin haber conocido nada antes, o al menos, a mi se me ha escapado por completo. También intercala bastantes escenas de fanservice sin venir a cuento que roban muchos minutos de la serie, e incluso capítulos enteros.

Tampoco me parece una serie rescatable en lo que respecta a los personajes. La propia Sasami se me hacía insufrible, y el gag del hermano al que nunca le vemos la cara estuvo bien, aunque a veces la triquiñuela era demasiado obvia. La historia entre los dos hermanos creo que podría haberse aprovechado mejor, al igual que la de la madre, que si bien la presentación es fabulosa, con unos momentos absolutamente aterradores, la resolución no lo es tanto. En cuanto al resto de secundarios, aquí mi impresión mejora un poco. Tanto Tsurugi como Kagami han tenido momentos bastante interesantes, pero me parece que por lo general han estado totalmente desaprovechadas en lo que respecta a su papel en la serie, así como en su relación con Sasami. Lo mismo pasa con Tama. Y si ni la historia ni los personajes enganchan, esto no puede tener un buen final...

Sasami-san@Ganbaranai me ha parecido una serie aburrida. Muy bien animada sí, pero excesivamente rara en ocasiones, grandilocuente en otras, y por lo general, mal planificada. Con pequeños destellos de algo que podría haber sido muy interesante, con buenas escenas de acción, buena animación y algún intento de plantear algo sobre la amistad, pero que sin embargo, desde mi punto de vista, termina desperdiciando capítulos. Yo sí que estaba desmotivado mientras veía esta serie.

viernes, 5 de julio de 2013

El Hombre de Acero (Man of Steel)

Después de una excesiva promoción, en la que perdí interés una vez que ganaron mi atención con el fantástico trailer que publicaron, finalmente se estrenó El Hombre de Acero (Man of Steel) hará un par de semanas. Tenía muchas ganas de ver qué habían hecho con esta película, en la que Christopher Nolan, responsable de la notable trilogía de El Caballero Oscuro, se encargaba de la producción, y Zack Snyder (300, Watchmen), estaba a los mandos de la dirección.

Debo comenzar esta reseña, al igual que he hecho con muchas otras, exponiendo mis limitaciones en mi conocimiento sobre Superman. He leído algunos cómics donde aparece, aunque ninguno protagonizado por él, y no he visto ninguna de sus películas. O mejor dicho, sí que recuerdo haber visto algo de las dos primeras por la tele, pero eso fue hace muchos años y no recuerdo prácticamente nada. 

Así pues, no puedo juzgar esta película como adaptación en base a tal o cuál cómic, o si es respetuosa o no con el personaje, más allá de lo poco que conozco por los cómics donde aparece y que sí he leído.

A estas alturas no creo que sea muy necesario empezar una sinopsis, Superman es un icono de la cultura popular ampliamente conocido. Pero bueno, por si acaso, comentar que la historia comienza cuando desde el planeta Krypton, que está atravesando una turbulenta etapa, se envía a un bebé recién nacido en una nave espacial dirigida al planeta Tierra. Años después, el joven Clark descubre que no es un niño cualquiera, que tiene una extraordinaria fuerza y es capaz de cosas increíbles.


Uno de mis miedos con el trailer se disipó rápidamente. Temía una clara separación entre una infancia tortuosa donde Clark fuera descubriendo sus poderes y se expusiera al rechazo de la humanidad, y luego una ensalada de tortas cuando aparecieran los problemas, con dos partes muy claramente diferenciadas, y especialmente una primera tediosa. Y aunque en parte es así, el proceso, especialmente durante la primera hora, no es lineal ni mucho menos tedioso.

La película comienza con un magnífico prólogo donde vemos Krypton y los problemas que asolan el planeta, así como la rebelión de Zod (Michael Shannon) y a los padres de Clark, o Kal-El según su nombre original, donde destaca un gran Russel Crowe que desborda carisma como Jor-El. El gran acierto es no seguir con la línea temporada, sino comenzar a alternar flashbacks con el presente, donde vemos a un Clark ya mayor, yendo de un trabajo a otro ganándose la vida como puede y metiéndose en líos cuando algún accidente ocurre y él acude a rescatar a las personas implicadas.


Durante su primera hora, la película es un acercamiento personal a Clark y sus dudas respecto a si será aceptado o no por la humanidad. He de reconocer que me gusta este planteamiento. ¿Cómo reaccionaría la humanidad ante el descubrimiento de alguien así de excepcional? ¿Habría miedo? ¿Sería aceptado o rechazado? ¿Qué debe hacer él, ayudar al ser humano o pasar de todo? Esta primera hora de película tiene el mérito (por lo menos para mi lo es) de mostrarnos una cinta de Superman sin tortazos y bastante interesante, un acercamiento muy personal y reflexivo a las implicaciones de sus poderes.

No obstante, se empiezan a apreciar algunos puntos oscuros en la historia. Hay veces que no consigo creerme lo que le está diciendo Pa Kent (un eficiente Kevin Costner, a pesar de todo) a su hijo, y no me lo creo porque lo que sugiere el padre de Clark es absolutamente demencial. No sé si este personaje estaría así construido en alguna de las versiones de los cómics, pero hay veces que da miedo oírlo hablar. Y otro punto a tratar es el evidente mensaje mesiánico. Y ojo, no me parece mal por el mensaje en sí, de hecho veo una relación muy clara e interesante; mi problema es lo reiterativo del mensaje, que llega a saturar y a veces es demasiado obvio.


Y sin entrar en muchos spoilers, comentar que después de esta primera hora de cruzada personal e introspección, llegan los tortazos. Unos tortazos megaépicos y desmesurados llenos de explosiones dignas del mejor Michael Bay. ¿Es esto malo? A priori diría que no... Tenemos a dos kryptonianos como Zod y Superman, más los secuaces de Zod, peleando a lo grande, no van a hacerse caricias, y en general, son secuencias de acción bastante disfrutables en sí mismas. Pero al final todo parece excesivo, e incluso se podría achacar algo de responsabilidad a Superman aquí; y lo que es peor, por momentos, tanta explosión y escena de acción acaba saturando y cansando.

Cuando salí del cine, salí contento porque había pasado un buen rato. El problema es el poso, reconstruir la película a posteriori. Una vez que se calman las aguas después de tanta vorágine destructiva, uno repasa el guión y empieza a ver cosas que no tienen mucho sentido. No voy a recopilarlas aquí, pero os comento que ya he podido leer varias entradas comentando estas escenas. Y tienen razón, hay agujeros de guión bastante importantes, cosas que no han quedado claras o ajustes para que todo encaje en el momento adecuado. Algunas de estas escenas son más perdonables, pero otras terminan chirriando.


Dentro de estos desbarajustes de guión, podría destacar en el plano más de personajes y menos de "chapuzas para que todo cuadre" la relación de Lois y Clark. A mi personalmente, me parece demasiado forzada, tanto su comienzo cuando lo encuentra (¿en serio, así de fácil?), como su desarrollo. No sé si habrá escenas eliminadas, pero la evolución de la relación entre estos dos personajes me ha parecido bastante apresurada. 

Por pasar a comentar algunas cuestiones técnicas de la película, decir que Henry Cavill como Clark/Kal-El me ha convencido, creo que ha conseguido meterse en el personaje y hacerlo creíble tanto a lo largo de su etapa dubitativa como luego cuando acepta su papel. También me gustó mucho Diane Lane como Martha Kent, la madre de Clark, y Antje Traue como una convincente y peligrosa Faora-Ul. Por su parte, Michael Shannon como Zod lo encuentro demasiado exagerado, especialmente durante la etapa en Krypton.


Los efectos especiales están bien, cosa que se presupone a una película de estas características, aunque a veces las escenas que simulan cámara al hombro me descolocaban un tanto, ya sabéis que no soy muy fan del síndrome de la cámara temblorosa. El recurso de los zooms sí me pareció bastante curioso. Y a mi personalmente, la banda sonora me ha gustado. Tiene un tema con mucha fuerza y personalidad, y va jugando con variaciones, pero Hans Zimmer es un maestro cuando se trata de percusiones. Quizá se le puede achacar la falta de algún otro tema que acompañe al principal, pero como digo, me gustó bastante.

El Hombre de Acero no me ha parecido el bodrio que muchos estaban vendiendo, aunque es cierto que hay algunos fallos de guión que pueden incomodar bastante. Tampoco me ha parecido una maravilla, y lo que es peor, su impresión se va diluyendo con el tiempo. A pesar de todo, yo pasé un buen rato en el cine viéndola, pero siempre asumiendo que hay que pasar por algunos actos de fe mientras se ve la película.

miércoles, 3 de julio de 2013

Temporada de series 2012-2013

Bueno, ya estamos en verano y las series principales de la temporada 2012-2013 terminaron entre mayo y junio, así que os traigo hoy la entrada recopilatoria sobre las series que estoy siguiendo. Como hablo de temporadas en particular puede haber algún ligero spoiler, pero como ya sabréis los que acostumbráis a leerme, no será nada serio. 

Comenzamos pues, ordenadas las series de mayor a menor interés, y destacando la ausencia de Fringe y Awake, que ya tuvieron su propia entrada para hablar de la serie completa, así como miniseries como Restless o temporadas autoconclusivas como en Black Mirror. Para una futura entrada dejaré las series de verano que están en emisión ahora mismo. Quitando todo eso (además del anime), os dejo con el resto.

Juego de Tronos, temporada 3
El primer lugar es por supuesto para Juego de Tronos. Después del pequeño bajón en la segunda temporada, que para mi gusto fue más espesa que la primera, la tercera vuelve a recuperar el mejor pulso narrativo. Creo que prácticamente todo mejora en esta temporada. A los personajes principales ya los conocemos, y a los secundarios que han ido introduciendo se les asimila bien al ser un número manejable. Buen uso de exteriores y hasta el montaje creo que ha mejorado, con transiciones entre escenas más fluidas por lo general.

Y en lo que respecta a la historia, esta temporada será recordada de nuevo por una escena crucial en la serie, de forma similar a lo que sucedió en la primera temporada. Algo que marca un punto de inflexión y que se ha ido preparando cuidadosamente a lo largo de todos los episodios. Hay algunos cambios respecto al libro a lo largo de la temporada (que a mi no me llegaron a molestar casi nada), pero todos los personajes crecen y evolucionan, y la historia avanza a buen ritmo. Es complicado quedarse con momentos de esta temporada, ya que en general me han gustado todas las tramas de los distintos personajes, pero destacaría especialmente las escenas de Jaime y Brienne, así como a Arya Stark y a La Reina de las Espinas, un personaje tremendamente carismático capaz de plantar cara al mismísimo Tywin Lannister. Me parece que uno de los aciertos de la serie de televisión respecto al libro, es el protagonismo que está ganando la casa Tyrell, gracias a que reciben algo más de tiempo en pantalla que en su equivalente literario. Dracarys.


In the Flesh, temporada 1
In the Flesh es una serie británica cuya primera temporada ha tenido nada más que tres episodios, pero que ha renovado para una segunda temporada, que se espera tenga cinco o seis episodios más. La serie arranca después de El Levantamiento, donde los muertos vivientes atacaron a la humanidad... y perdieron. Mientras se recupera de sus heridas, los médicos encuentra una cura para estos infectados (Síndrome de Muerte Parcial, lo llaman), de manera que pueden volver a su vida antes del evento, con su familia y sus amigos.

Más que una serie de acción mata-zombies como The Walking Dead, In the Flesh plantea un interesante debate moral sobre las comunidades y su miedo o rechazo a lo distinto o lo desconocido, llevando las cosas al extremo. No es que se incorpore un extranjero a la comunidad, es que la persona que regresa, en este caso el protagonista, Kieren Walker, llegó a ser un zombie. No solo eso, sino que recuerda las atrocidades que llegó a hacer, y además de hacerle frente, tiene que lidiar con el rechazo de una comunidad que luchó activamente para la defensa de la humanidad. Tiene personajes muy interesantes, además del protagonista, y los capítulos se ven con mucho interés, manejando bastante bien el ritmo de la historia así como las dosis de drama. Para mi, la sorpresa más agradable de la temporada.


Vikings, temporada 1
Esta es otra de las series que he empezado este año, aprovechando que era una temporada corta de 9 episodios. Es una serie producida por el Canal Historia, y narra los viajes de Ragnar Lothbrok y las primeras incursiones de los vikingos en las islas británicas. Está inspirada en hechos reales, aunque no es un documental.

Con Vikings tuve mis más y mis menos. Por un lado, al principio me fastidiaban algunos detalles de la ambientación que podían haberse cuidado un poco más. Si conoces algo de geografía nórdica algunos detalles te van a rechinar un poco. No obstante y pensándolo friamente, eso es hilar muy fino. Pero el comienzo de la serie también tenía algunos desarrollos poco inspirados y parecía que iba a estrellarse en la mediocridad. Afortunadamente, tiene un tramo intermedio bastante conseguido en el que los capítulos se van enlazando mejor, los personajes van creciendo y se van apreciando otros detalles sobre rituales o la vida de los vikingos y su choque cultural que me resultaron muy interesantes, además de tener una factura técnica bastante buena. Tiene algún pequeño bache aislado hacia el final (a mi el penúltimo capítulo no me gustó mucho), pero una season finale que deja con ganas de más y en general, con muy buen sabor de boca.


Modern Family, temporada 4
La cuarta temporada de esta sitcom mantiene un nivel aceptable, aunque en mi opinión ya comienza a mostrar síntomas de agotamiento. Las interacciones entre los distintos personajes ya están algo agotadas, y aunque se ha intentado dar un paso en este sentido (como en algunos detalles de los personajes de Haley y Alex, por ejemplo), no deja de ser más de lo mismo, con la diferencia de que se ha perdido la frescura, además de las ideas más brillantes para formar episodios.

Tiene algún par de ellos muy buenos (me gustan especialmente When a Tree Falls y Party Crasher), donde recuerda a esas dinámicas donde todo acaba influyendo para liarse de una manera hilarante, pero el resto, especialmente en su segunda mitad de temporada, no pasaron del entretenido, episodios normales con algunos gags graciosos, pero no tan trabajados como en temporadas anteriores. No me aburre, pero ya no le encuentro la misma chispa. A ver cómo sigue en la quinta.

The Big Bang Theory, temporada 6
Hablando de desgastes, habría que continuar con esta serie. Lo mejor que se puede decir de esta temporada es que ha frenado la caída en picado de calidad que se estaba produciendo en la quinta. Eso, por supuesto, es bueno, pero la serie sigue alejada de los fantásticos guiones que hacían reír a carcajadas en las tres primeras temporadas y ahora nada en un confortable nivel de "pues tampoco ha estado tan mal".

Esta sexta temporada continúa con la tendencia de la quinta y más o menos el mismo esquema de personajes, y ese sigue siendo el problema, desde mi punto de vista. Definitivamente, Big Bang Theory se ha transformado en una sitcom de parejitas, al más puro estilo Friends o Cómo Conocí a Vuestra Madre, pero ha perdido la esencia de sus primeras temporadas. Si uno acepta esto, podrá encontrar algunos capítulos entretenidos (The 43 Peculiarity es bastante bueno), pero a pesar de todo, hay capítulos que se me hicieron muy tediosos y donde no pasa nada reseñable. Sheldon me empieza a resultar bastante cargante (quién me lo iba a decir hace 4 años), y el resto de personajes tampoco ayuda mucho, puesto que se han estancado bastante. Ahora mismo, es una serie que veo en piloto automático, la sigo viendo por no perder el hilo y porque son 20 minutos a la semana, pero ya no me motiva especialmente.


Cómo Conocí a Vuestra Madre, temporada 8
Por supuesto, hablando de tedios no podía faltar la última temporada de Cómo Conocí a Vuestra Madre. Esta serie ha venido experimentando un bajón desde la temporada 5-6, y ya a estas alturas es asistir a una y otra vez lo mismo.

Capítulos por lo general bastante monótonos, ya ni hace gracia ni emociona como antes, con alguna excepción, como el episodio doble The Final Page, cuya resolución me gustó bastante. Pero la sensación que da es que de cada temporada se pueden aprovechar 5 o 6 episodios, y el resto es puro relleno con situaciones cotidianas y tal ya vistas en temporadas anteriores; antes hacía gracia, pero ya se nota la falta de inspiración. Y sí, en este por fin hemos conocido a la madre (al menos su aspecto visual), pero su presentación me ha parecido bastante mala, se podría haber hecho mucho mejor. Parecía más bien por compromiso, para intentar contentar a los fans después de 8 años. Y no, mi decepción con esta serie no viene por haber esperado 8 años para conocer a la madre.


Defiance, temporada 1 (abandonada)
Esta serie tiene el dudoso honor de haber sido la única que he dejado de ver tras comenzarla, después de 3 o 4 episodios, no recuerdo bien. La historia prometía bastante, o al menos, lo hacía para mi gusto: nos presentaba una Tierra habitada por una comunidad de distintas razas alienígenas después de una guerra interplanetaria, y donde estas razas tenían que adaptarse a convivir y salir adelante en un mundo que ha cambiado bastante.

El piloto prometía. Su desarrollo era bastante típico y tiraba del manual de recursos del guionista, pero el tener conflictos entre las distintas razas podía dar juego si se planteaba bien. Sin embargo y hasta donde vi, se tira por unos problemas de lo más mundanos, unos personajes arquetípicos y el ritmo de los episodios se me hacía cansino, además de que la historia era bastante predecible y con varias trampas argumentales para sacar adelante el episodio de rigor. Por momentos, llegaba a niveles molestos. Cuando una parte importante de la trama parecía ser una versión interracial de Romeo y Julieta (chico-alien con mechas en el pelo incluido), y la ambientación de las distintas especies, más allá de algunos rituales aislados, era totalmente facilona y poco distinguible de los humanos, perdí todo el interés. No sé cómo habrá seguido la historia, ni tampoco me interesa mucho, sinceramente.