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lunes, 2 de diciembre de 2013

Recorriendo la Tierra Media: El Retorno del Rey

Nueva entrada del Reto Recorriendo la Tierra Media, esta muy seguida de la anterior, pero entre que se me fue retrasando la reseña de Las Dos Torres y que la lectura de El Retorno del Rey fue bastante fluida, os traigo ya la reseña de la tercera parte de la trilogía de El Señor de los Anillos. Al igual que en la anterior intentaré que no haya nada especialmente revelador en ella, aunque si estáis leyendo la reseña del tercer libro de una trilogía, ya os podéis imaginar que alguna cosa habrá...

Nuevamente nos encontramos con la misma división en dos partes que son semi-independientes. Y si ya al empezar Las Dos Torres uno se queda con ganas de saber qué ha pasado con Frodo y Sam cuando comienza a leer capítulos sobre Los Tres Cazadores, en la primera parte de El Retorno del Rey es especialmente "cruel" por el cliffhanger que Tolkien regala al final del libro anterior.

Esta situación da bastante juego, y así la misma impresión de que fue una decisión acertada en Las Dos Torres, en este libro se refuerza. El no saber qué ha pasado con los hobbits tiene una repercusión muy fuerte en la primera parte de la historia en momentos como el encuentro con Boca de Sauron, por ejemplo, siendo el lector partícipe de la incertidumbre de los protagonistas. A diferencia de su predecesor y centrándome en la primera parte en concreto, esta sí es mi preferida de este libro. En parte porque la segunda tiene una estructura bastante extraña, pero en cualquier caso, la primera parte de El Retorno del Rey me parece que contiene una épica tremenda.

Y es que esta primera parte contiene pasajes tan interesantes como la presentación de Minas Tirith, la aparición de la Compañía Gris, los Senderos de los Muertos y un par de batallas importantes, especialmente la de los Campos de Pelennor, que recordaba con gran intensidad y que no ha desmerecido en esta relectura. La cabalgata de los Rohirrim es épica pura, pero esta batalla contiene también momentos aislados de gran fuerza protagonizados por personajes como Eowyn, que aderezan y aportan más dinamismo al libro al dar protagonismo a más personajes. Y además, dando un papel muy relevante a una mujer, algo que no abunda en el libro de Tolkien.


Incluso otros momentos que a priori pueden resultar algo innecesarios o pillados por los pelos, como los juramentos de Merry y Pippin, me acabaron gustando mucho. Es en este libro al fin cuando estos dos personajes se desarrollan y se diferencian, pasando de ser "los otros dos hobbits" a dos personajes con nombre propio. Evolución que ha tardado dos libros en llegar, pero agradecida al final. 

Porque del resto de personajes no se puede decir lo mismo. Aragorn ya tuvo su paso al frente muchas páginas atrás, y a partir de ahí se sigue mostrando de la misma forma, al igual que Legolas y Gimli, que se han mantenido muy constantes a lo largo de todo el libro. Y por supuesto, siempre que aparece el Caballero Blanco uno lee más atentamente todo lo que sucede. Pero hay un personaje del que sí esperaba más: Eowyn, que surge con mucho interés, tiene un momento grandioso en la batalla, pero luego me parece que su trama se cierra de manera apresurada y poco interesante para lo que podría haber dado de sí. Esa parte en concreto de las Casas de Curación me parece bastante débil.


Nuevamente, Tolkien sabe como cerrar la primera parte del libro y nos deja totalmente pegados a el mientras pasa a la segunda parte de El Retorno del Rey y volvemos a Frodo y Sam. Decía antes que esta parte tiene una estructura extraña, y es que se podría decir que únicamente los tres primeros capítulos siguen la estela y el ritmo de la parte anterior, siendo el resto un gran epílogo. Así que tenemos un gran momento climático al final de la primera parte, para luego decaer la intensidad, volver a subir al tercer capítulo y bajar de nuevo durante unas 100 páginas, a pesar del breve repunte que supone el Saneamiento de la Comarca. Creo que la duración de este "gran epílogo" es algo excesiva.

La historia de Frodo y Sam en este libro me ha gustado menos que en Las Dos Torres, lo que es curioso, viendo lo que pasa. Es cierto que sigue ahí la sensación de agobio y desazón, aunque paradójicamente, no me pareció tan acentuada como en el libro anterior, y algunos de los pasajes de esta parte me parecen un poco pilladas por los pelos, como el de la compañía de orcos. No obstante, el tercer capítulo y todo lo que sucede en él me parece fabuloso. Recuerdo todavía las palabras de Frodo en ese momento, y la cara de asombro que tuve que poner, que tuvo que ser impagable. Y todo lo que viene después, claro. Me parece brillante la manera de cerrar esta trama y el círculo iniciado tiempo atrás.


Como decía, uno se encuentra luego con unas 100 páginas de un epílogo alargado. Que no es que no lo disfrutase, pero es que me parece una duración excesiva, y además el tema del Saneamiento de la Comarca no me acaba de convencer. Creo entender la idea que hay detrás, así como que ciertos personajes estén por allí, pero me deja un regusto amargo. Creo que la idea de pérdida, cambio y sacrificio ya se refleja suficientemente bien en Frodo, y no veo necesario llevarla más allá, aunque he de reconocer que solo por ver a Merry y Pippin en esta parte ya merece la pena.

Al final, y haciendo una valoración ya global de la trilogía, El Señor de los Anillos nos presenta una historia de superación, amistad, épica y sacrificio con la que no dejo de disfrutar cada vez que la leo. Una ventana a un mundo mucho más grande que lo narrado en ese momento, según se atisba entre las referencias casi casuales que va dejando Tolkien aquí y allí. Una historia clásica (el libro lo es, qué remedio) donde el verdadero peso está justamente en ella, en la historia, más que en los personajes, apoyada en una narración muy descriptiva. Para algunos demasiado, aunque no es mi caso por lo general. Creo que podrá gustar más o menos su forma de narrar y la historia que hay detrás, y está claro que hoy día la literatura fantástica ha cambiado a otra cosa, pero desde luego, me parece que El Señor de los Anillos es una lectura obligatoria para todo aquel que diga que le gusta la fantasía.


P.D: mucho Caminante Blanco, muy poderoso y tal sí... Pero a pesar de todo, prefiero al Peregrino Gris.
P.D.2: ahora quiero ver las películas...

Reseñas de otros participantes en el reto:

4 comentarios:

  1. El personaje de Eowyn me gusta bastante, no así en las películas con esa trama entre Arwen y Legolas y ... (ya se sabe...). En el libro le da un toque muy interesante por todo lo que representa como mujer, aunque pienso como tú en que el final no le hace justicia.

    "- ¿A qué teméis, señora? -le preguntó Aragorn.
    - A una jaula. A vivir encerrada detrás de los barrotes, hasta que la costumbre y la vejez acepten el cautiverio; y la posibilidad y aún el deseo de llevar a cabo grandes hazañas se hayan perdido para siempre. "

    Esta cita me encanta. De pequeña yo siempre decía que quería estudiar para que ningún hombre tuviera que mantenerme jajaja... así que me gustan los personajes con garra


    También me pareció que el final se alaaaarga demasiado. Y en mi caso, peor... sigo sin entender a cuento de qué ...

    Muy buen repaso a la trilogía, me están dando ganas de leerla de nuevo :)

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    1. Pues a mi en la película también me gustó cómo está tratado, no me pareció muy diferente al libro xD Eso sí, hablo de memoria, hace mucho que las vi por última vez...
      Sip, esa cita es la definición de Eowyn. Y luego va Tolkien y cierra al personaje como lo cierra xDDD
      Bien, veo que no soy el único que piensa que se le fue de las manos el final xD Es una parte muy extraña. Tiene sus cosillas buenas, pero en general me parece un poco rara. Dicho lo cual, me encanta el libro, por supuesto xD
      Y gracias, si te pones con ella ya nos contarás :)

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  2. Tiene un ritmo algo irregular, como dices "Las casas de curación" y todo lo posterior a la destrucción del anillo.
    Creo que es uno de esos libros que se disfruta más con la relectura. Si te vuelves a leer el tocho integro que esta trilogía muy difícil es que no te gusten los hobbits y no hayas comprendido su verdadera naturaleza, y entonces es cuando verdaderamente se aprecia la parte del saneamiento de la Comarca.

    Y adoro la parte de Legolas y Gimli en el viaje de retorno. Cuando Legolas sale maravillado de las cavernas centelleantes diciendo que sólo Gimli tiene palabras para describirlas, pero que ahora irían a Fanrgorn y que nunca un enano derrotó a un elfo en un duelo de elocuencia...

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    1. Efectivamente, entiendo el porqué del Saneamiento... pero es aun así, es una parte que no me termina de convencer, creo que es una idea que queda demasiado reiterativa, o al menos, si la lees ya en ese punto del libro. Igual un poco antes sería otra cosa, no sé.

      Totalmente de acuerdo contigo en lo de Legolas y Gimli. Creo que su amistad se forja de manera muy precipitada (cuestión del paso de un capítulo a otro, de hecho creo que Tolkien lo despacha con una frase xD), pero una vez ya establecida, da momentos tan buenos como ese. O el de los Apéndices, aunque solo sea una mención de pasada. Pero esa es otra historia y tendrá que ser contada en otra ocasión... xD

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