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viernes, 28 de febrero de 2014

El Juego de Ender (película)

Esperaba con ganas esta película, cuyo proyecto llevaba ya varios años dando tumbos por las oficinas de Hollywood. Y es que me gustó mucho la novela de Scott Card cuando la leí hace unos años, y tenía ganas y a la vez y como siempre cuando hay una adaptación por medio, miedo de ver qué hacían con ella.

El Juego de Ender está dirigida por Gavin Hood, director cuyo último trabajo para el cine fue la película X-Men Orígenes: Lobezno, que tuvo una acogida bastante fría por el público. El propio Hood se ha encargado también del guión, y he de reconocer que el trailer que vi en su momento me dio bastante mala espina, por la manera en que presentaban la historia.

Ésta nos sitúa en el futuro, años después de que la humanidad sobreviviera al ataque de unos alienígenas que bautizaron como insectores. En este nuevo orden, con una humanidad preocupada por un posible nuevo ataque de los insectores, nace Ender Wiggins, un chico que demuestra un gran talento e inteligencia, y que es reclutado por los militares para preparar un ataque contra los alienígenas.

Afortunadamente, este es uno de esos casos donde a pesar del miedo por el resultado, éste ha acabado siendo bastante decente, en mi opinión. La película es mejorable en algunos puntos, pero en líneas generales creo que refleja bastante bien algunos planteamientos de gran interés del libro.

Y es que uno de los temas de más interés de El Juego de Ender, y que lo diferencia de otras películas de invasiones como pueder ser Independence Day, es que Card nos presente diversos temas de gran calado. Hay una invasión alienígena sí, pero el siguiente paso es un intento de respuesta que se podría calificar de preventiva por parte de de los seres humanos. ¿Y si todo fue un error? ¿No hay posibilidad de un diálogo? De hecho, ¿puede llegar a ser posible dicho diálogo entre dos especies tan diferentes? ¿Hay que intentarlo al menos? Estas preguntas están presentes en la película, y le hacen a uno plantearse un par de cosas al respecto.


Además, tampoco hay que olvidar que Ender es un niño, al que se le ha robado la infancia normal que puede tener cualquier niño de su edad. La humanidad recurre a ellos porque los niños tienen la inventiva de la que carecen los adultos, que generalmente se dejan llevar más por unos métodos más estructurados. Y con esta imaginación creen que pueden desarrollar tácticas que sorprendan a un enemigo mucho más poderoso en número. 

Ahí es donde entra Ender y el resto de niños de la Academia. Niños soldado, por tanto. ¿Es admisible usar a niños para la guerra? Evidentemente no. ¿Y si el futuro de la humanidad está en juego y esto pudiera salvarnos? Este es otro punto que se trata de manera importante en la película, fundamentalmente gracias a los diálogos entre los personajes de Gwen Anderson (Viola Davis) y Graff (Harrison Ford).

Estos son los dos puntos clave de la historia, aunque el desarrollo de Ender en la Academia no tiene ningún desperdicio, teniéndose que enfrentar a la envidia de otros compañeros, así como a la forja de amistades. Como un instituto normal, solo que mucho más salvaje todo. Esta parte creo que sí se resiente un tanto, aquí habrían venido bien más minutos para ver cómo evoluciona la relación de Ender con sus compañeros, puesto que al final me dio la sensación de que todo ocurre demasiado rápido. 


Y la verdad es que hay material de sobra para tratar esta parte con más detenimiento sin sobrecargar mucho la duración de la película, ya que está por debajo de las dos horas. Evidentemente en el libro todo sucede con mucho más detalle, y la participación de los hermanos de Ender tienen más peso que aquí, que están relegados a apariciones muy puntuales. Es cierto que me hubiera gustado algo más de desarrollo y pausa en algunos puntos para desarrollar mejor algunos detalles de la personalidad de Ender y su evolución, pero tampoco me parece que el resultado se resienta demasiado.

Por lo demás, la película funciona bastante bien. A nivel técnico no tengo reproches, los efectos están bien ejecutados (me gustó bastante la cámara de entrenamiento) y la ambientación me pareció también bastante correcta. Los personajes son bastante carismáticos y las actuaciones acompañan, están todos bastante bien. Y la acción tiene un ritmo bastante bueno, no decae mucho y siempre van pasando cosas que van construyendo poco a poco la historia, hasta su culminación final. Eso sí, el final me parece un tanto anticlimático, ya que después de cierto momento, la trama se extiende bastante más de lo que creo que pide la historia.

Creo que la adaptación de El Juego de Ender, en definitiva, es una película bastante aceptable y entretenida, muy interesante para los amantes de la ciencia-ficción, e incluso para aquellos que no han visto mucho, ya que más allá de plantearnos un futuro con una determinada tecnología, nos plantea cuestiones más que interesantes. Que a fin de cuentas, es uno de los objetivos de la ciencia-ficción.

martes, 25 de febrero de 2014

Últimas lecturas mangacomiqueras

Pocas lecturas este mes, un tomo más de Medaka Box, otro de Sandman y Solanin, de Inio Asano, aunque la reseña de este último irá aparte, ya que es un tomo único y con entidad y duración suficiente como para merecer su propia reseña. Vamos al lío.

Medaka Box #9, de Nisioisin y Akira Akatsuki.
Después del cliffhanger del tomo 8, había bastantes ganas de leer esta nueva entrega de Medaka Box. Y aunque la resolución de ese final se ha solventado de la manera esperada, no por ello ha dejado de aportar cosas interesantes, como ver de nuevo a la misteriosa Ajimu y una página entera dedicada a mostrarnos la cara de absoluto enfado de Kumagawa. Algo digno de verse.

Y además, la estrella de este tomo es Yoka Naze, uno de mis personajes favoritos de la serie, y su participación en este tomo no decepciona, aunque sí me pareció que la resolución de su combate es un tanto facilona. Me gustó la idea de que es algo que ella puede hacer, pero no deja de ser un power-up un tanto raro, como lo del control de temperatura de los traumas. El siguiente combate pinta bastante interesante también. 

Sin embargo lo mejor del tomo sigue siendo Kumagawa y su manera de controlar y manipular a los demás, mediante esas decisiones aparentemente extrañas y aleatorias que toma. Da miedo ver que no son así.

Sandman #5, de Neil Gaiman.
Después del fabuloso tomo 4, este número, títulado "Juego a Ser Tú", presenta una historia diferente al anterior. Aquí nos encontramos con una historia que ocupa todo el tomo, donde nuevamente los sueños se mezclan con la realidad. En esta ocasión conocemos a Barbie, una chica que de repente se encuentra con que una de las criaturas con las que suele soñar, en un mundo de fantasía donde ella es la princesa, aparece en el mundo real para avisarle del peligro que supone El Cuco.

La historia de este número es muy entretenida y nuevamente nos presenta a todo un elenco de personajes llamativos y extravagantes, y vuelve a hilar algunos puntos con números anteriores, como todo el suceso que tiene lugar en la cafetería y la influencia de Rose Walker. Me ha resultado muy llamativa la poca presencia de los eternos en este tomo, pero a pesar de todo y aunque no es un número tan redondo como el anterior, ha sido una lectura muy interesante y que sigue construyendo y desarrollando esta extraña y fascinante mitología que rodea al rey de los Sueños.

Porque si bien apenas sale Sandman y el resto de los eternos, sí me ha resultado muy curiosa la presencia de ciertos elementos fantásticos y rituales en el mundo ordinario; rituales que por otra parte no se han cortado en dulcificar en lo que respecta al apartado gráfico, lo que es de agradecer. También hay personajes como Tesalia que se han mostrado bastante interesantes y que igual pueden dar más juego en el futuro. 

lunes, 17 de febrero de 2014

Oblivion

Ya se me había atragantado la reseña de Oblivion, película que vi en el cine cuando la estrenaron y que hasta ahora no había tenido tiempo (ni especialmente ganas) de reseñar. Esta película está dirigida por Joseph Kosinski, quien ya nos había dejado en 2010 TRON: Legacy, una película que, sin parecerme mala, me dejó bastante frío. Algo parecido a lo que me ha ocurrido con esta.

Oblivion se basa en un cómic del propio Kosinski, y puesto que se ve que tenía muchas ganas de llevarlo a la pantalla, se encargó del guión también junto a Karl Gajdusek y Michael Arndt (bajo el nombre de Michael DeBruyn), y según he leído, también colaboró con la producción.

Oblivion nos plantea una historia de ciencia-ficción, situándonos en el año 2073. Décadas antes, en lo que sería nuestro presente, la Tierra fue invadida y atacada por alienígenas. Aunque la humanidad ganó la guerra, el planeta quedó seriamente dañado, llenándolo de radiación y haciéndolo difícilmente habitable para los humanos, que se fueron de su superfice. Jack Harper (Tom Cruise) es uno de los pocos hombres que viven en la Tierra. Junto a su compañera Viktoria Olsen (Andrea Riseborough) se encargan del mantenimiento de los drones que patrullan el planeta protegiendo las plantas de energía marítima de posibles ataques de los aliens. Todo transcurre con relativa tranquilidad hasta que un día Jack se encuentra con una cápsula espacial en la que viajaba una mujer, que desencadena toda una serie de acontecimientos que trastocarán su vida.

No es que tuviera muchas esperanzas puestas en Oblivion. Ya había leído algunas reseñas bastante tibias en internet, con opiniones divididas pero ninguna especialmente entusiasta con la película, así que fui esperando encontrarme al menos con un producto decente y entretenido. Y es algo que no tengo tan claro que lo cumpla, al menos plenamente.


Por un lado y para empezar por lo mejor, Oblivion cuenta con un apartado visual ciertamente prodigioso. La película tiene una factura bellísima, y los amplios paisajes desolados ayudan a transmitir el sentimiento de soledad de los protagonistas, así como de naturaleza en estado puro y con algunos detalles post-apocalípticos interesantes. En ese sentido la película tiene un punto a su favor muy importante: es una gozada para los ojos.

Tampoco es que a nivel técnico me parezca mala. Los efectos cumplen, así como los actores. Pero no puedo decir lo mismo de dos aspectos clave (para mi) de esta y casi que cualquier película: el guión y el ritmo.


No me convence el guión de la película, tan sencillo como eso. Tiene un comienzo sugerente, pero es bastante posible que algunos espectadores comienzan a arquear la ceja ante determinados desarrollos del argumento de la película. Hay cosas que creo que no tienen mucho sentido, y esta sensación además no hace más que aumentar a medida que la película se encamina a su tramo final. Y ya una vez en los momentos finales, con todas las cartas sobre la mesa en lo que respecta a la historia, es cuando los pilares sobre los que se sostiene la historia se acaban por venir abajo como un castillo de naipes.

Es decir, toda la historia deja de tener sentido para mi porque está basada en un punto de partida que a la postre, encuentro bastante ridículo y evitable. Pero aparte de eso, la historia tiene más agujeros, como por ejemplo una resolución bastante atropellada e inverosímil también. Hay que hacer demasiados "actos de fe" con esta película, y eso me agota bastante.


En cuanto al ritmo, me parece bastante irregular. Considero que los comienzos de las historias son bastante más llevaderos en lo que respecta a la narración. Es donde se presenta a los personajes, al mundo, la ambientación, los problemas que hay, etc. Hasta aquí, creo que Oblivion funciona bastante bien, ayudada como decía antes por una fantástica capa visual. Sin embargo, la historia se empieza a aturrullar, se atasca, el ritmo baja y por momentos se me hizo bastante tediosa. 

Curiosamente, tras cierto encuentro de Jack con otros humanos, punto en el que la película se supone que debería haber despegado definitivamente, es cuando todo se empieza a venir abajo. Tanto por los sucesivos detalles del guión que comenzaron a molestarme, como por el propio ritmo de la película. Y es que al final, no Oblivion no conseguía transmitirme nada. Es todo muy frío y aséptico, y no me refiero a la intencionada ambientación, sino a la implicación que debería sentir el espectador con su historia y sus personajes.

No es un fiasco, no es una película desastrosa, pero a mi por lo menos me dejó totalmente indiferente y bastante molesto por algunos puntos de la historia. No creo que sea especialmente recomendable, salvo que uno sea muy fan de Tom Cruise y quiera verlo en otro de sus papeles de héroe.

lunes, 10 de febrero de 2014

Kingdom of Gladiators

Cuando ya casi que tendría que ir buscando nueva película para febrero para esta sección de El Baúl Mohoso, os traigo al fin la reseña de la película que vi para enero: Kingdom of Gladiators, o cómo buscar cualquier excusa para meter gladiadores en una película pseudo-medieval.

Esta es una película bastante reciente, estrenada en 2011 y dirigida por un tal Stefano Milla, que además escribió también el guión. Y atentos que el señor Milla ya tiene otra película recién salida del horno, inspirada en el mismísimo Ricardo Corazón de León, disponible desde finales de enero de este año. Pánico.

Kingdom of Gladiators nos presenta una época convulsa en un reino fantástico de corte medieval, donde el rey, tras una cruenta batalla, hace un pacto con un demonio. Tras años de un apacible reinado, el demonio vuelve para complicar las cosas, mientras que un equipo de gladiadores luchará para salvaguardar la seguridad y paz en el reino.

Como decía al principio, esta película parece una mera excusa para que el director/guionista pudiera hacer una cinta con gladiadores, y como además imagino que le gustará la Edad Media, o rodar en el Coliseo debe ser imposible, o muy caro hacer los efectos digitales, pues se usa un castillo. 

Los horrores de la guerra, todo lleno de sangre, cientos de heridos y muertos... O bueno, no

También parece un fan de los programas estos que proponen una pelea entre un pirata y un caballero medieval, porque en los combates de la película aparece un poco de todo, tan pronto sale un gladiador más o menos reconocible como un soldado que parece sacado de los tercios españoles de Alatriste.

Wiiiiiiiiii :D

En los primeros compases la historia aguanta el tipo, y aunque es evidente la falta de medios en la batalla que abre la película, donde hay más espadas clavadas en la tierra que cadáveres por el suelo o gente peleando, nos presenta al personaje del rey y su pacto con un demonio. Aunque siendo honestos, es muy complicado pifiarla en el punto de partida de tu película... Eso sí tendría mérito.

A partir de aquí, el guión es un sinsentido, y la presencia de gladiadores en la Edad Media es lo de menos, porque al fin y al cabo, se asume que estamos en un mundo fantástico de temática medieval donde ambos tipos de luchadores pueden coexistir. Aunque es evidente la inspiración realista de varios de los guerreros.

Por supuesto la chica va ligera de armadura. El de la izquierda podría dejarle la batamanta que lleva...

El problema está en que la historia está muy mal narrada. El desencadenante de la acción es el retorno de la hija del rey, que fue dada en pago al demonio cuando nació, y para celebrarlo, porque no es nada sospechoso este retorno, el rey organiza unos juegos donde los gladiadores combatirán a muerte. El resto de la hora de película es una sucesión de combates malamente rodados y preparados, con unas coreografías horribles y un maquillaje inexistente. Vamos, que después de una pelea a puñetazos y pedradas, pues uno se levanta sin un rasguño. Lo normal. Mientras tanto, asistimos a decisiones totalmente aleatorias para que el guión pueda seguir avanzando, y tengo en mente muy especialmente todo lo relacionado con el último tramo de la película.

La impresionante presencia del rey Wolfkahn

Al final es cierto que al menos parece que existe alguna motivación detrás de todo (no entraré a comentar si tiene mucho sentido o no), pero el guión maneja fatal los tiempos en que suministra la información sacándose de la manga explicaciones, armas mágicas o señores oscuros de repente. Como si se hubiera dado cuenta el guionista que le faltaban varios puntos por cumplir del manual de clichés para películas de fantasía.

Impresionante power-up de la guerrera anterior que la convierte en la Poderosa Guerrera Gótica

Aparte de eso, una ambientación lamentable en lo que respecta al apartado técnico, con un castillo que está tal cual uno podría visitar cualquier fin de semana en la actualidad, iluminación mejorable (por ser bueno, que hay veces en las que no se ve nada), y unas actuaciones bastante bochornosas. Curiosamente, la voz del actor que interpreta al rey Wolfkahn me pareció muy buena, aunque por desgracia el actor no acompañaba con su actuación, lo que era bastante divertido porque cuando decía su frase, desconectaba y ponía su atención a otra cosa. Del resto de actores mejor no mencionar nada, aunque no me resisto a comentar el momento choni barriobajera de la hija del rey en cierta escena. Delirante.

¿Qué me has dichooooo?

Eso sí, una cosa que me llamó francamente la atención eran las transiciones laterales. Me refiero a cuando estamos en una escena y pasa a otra, y para ello aparece la segunda escena por un lateral superponiéndose a la anterior poco a poco. La primera vez te asombras, la segunda ya uno espera la cortinilla de estrellas, y la quinta vez ya empieza a ser alarmante... Pero tranquilos, el director conoce un nuevo recurso: ¡amenizar las transiciones con algún secundario en mitad haciendo el moñas!

Este buen hombre que sale bebiendo y bailando marca la división entre las dos escenas

Esto sería con lo que me quedo de esta película, las transiciones laterales totalmente surrealistas. El resto es francamente horroroso, a todos los niveles posibles y por descubrir. Pero bueno, es corta y aseguró algunas carcajadas, que es lo que cuenta.

jueves, 30 de enero de 2014

Últimas lecturas mangacomiqueras

Nueva entrada recopilatoria donde os hablo brevemente de las últimas lecturas que he hecho tanto de manga como de cómics, aunque como últimamente manga leo bien poco, va a ser prácticamente sobre cómics...

Aunque han pasado dos meses desde la última entrada de este tipo, tampoco hay muchas series. Y es que por un lado he estado absorto poniéndome al día con Sandman (y todavía no lo he conseguido), y por otro lado he estado ocupado con el reto de la Dragonlance, así que la lectura de cómics ha bajado un poco el ritmo.

Sandman #2 a #4, de Neil Gaiman
Esta se puede decir que ha sido mi lectura comiquera principal en estos dos meses. Iba un poco atrasado con la lectura y se me estaban acumulando los números, así que tampoco quería atrasar más la lectura, no vaya a ser que luego no me gustase...

Pero bah, es Gaiman, y lo poco que he leído de este autor me ha parecido muy interesante, así que evidentemente me encontré con un temor infundado. Aunque debo decir que mientras leía el tomo 2, La Casa de Muñecas, empecé a pensar que la historia estaba tardando en arrancar y que estaba dando rodeos a no sé muy bien qué.

Los relatos que nos presenta son entretenidos e interesantes, tanto la presentación de Nada, como la de Rose o lo maravillosamente surrealista que fue la convención de seriales, así como la amistad de Sandman con el humano inmortal en Hombres de Fortuna. Pero el tomo acaba con una conversación entre Sandman y Deseo, y aquí se comienza a adivinar una trama más profunda.

El tercer tomo, País de Sueños, me parece el más extraño hasta ahora. Aparentemente no tiene mucha relación con la historia, y son varios relatos independientes de diversa índole, nuevamente muy entretenidos y disfrutables y centrados en gran parte en el mundo de la inspiración literaria. Me gustó especialmente el de Calíope, una vuelta de tuerca al mundo de las musas, y también el relato de El Sueño de una Noche de Verano. Este cuenta con las ilustraciones de Charles Vess y por su propia naturaleza onírica y el público que asiste a la representación, ya merece la pena, además de ser también una versión muy particular del origen de la obra de Shakespeare.

Como podéis ver, muchos relatos sueltos e independientes hasta aquí. Todo muy entretenido, pero no terminaba de verle un hilo conductor. Y de repente, el tomo 4 (Estación de Nieblas) se encarga de presentarnos a más eternos, y a enlazar con una de las historias del tomo 2. No es que la enlace, es que la aprovecha para desarrollar todo un tomo. De manera que ya no me atrevo a asegurar que el resto no esté ahí por nada, y que más adelante tenga su importancia. Este tomo es, hasta la fecha, el mejor que he leído de la serie. Tiene un ritmo fantástico y todo lo que transcurre en él, con el viaje de Sandman al Infierno y las consecuencias que tiene este viaje y lo que ocurre, me resultan muy interesantes y su lectura me atrapó por completo. Me asombra cómo Gaiman se nutre de diversas mitologías y folklore popular y se construye su propio universo. Y creo que lo ha hecho de una manera fantástica.


Medaka Box #8, de Nisioisin y Akira Akatsuki

En el tomo 7 terminó el Proyecto Flask y nos presentaron a Kumagawa, y el tomo 8 continúa la acción directamente, sin apenas descanso. Me encanta Kumagawa, es un villano desconcertante, extrañamente cruel a pesar de su casi sempiterna sonrisa inocente, y el desafío al grupo de Medaka, aunque extraño en las formas (no tanto dentro de la locura que es esta serie), le da un empujón adicional a la historia.

Creo que es un buen tomo, me ha gustado. Me ha gustado la participación de Shiranui y su breve charla con Hitoyoshi, me ha gustado la aparición de Hinokage, y el combate entre Hitoyoshi y Kumagawa. Me gusta como al final la serie plantea el clásico "torneo" entre grupos rivales, pero no se hace pesado o aburrido, sino que te mantiene intrigado.

Lo único que hecho de menos es que Kikaijima se ha diluido bastante en este nuevo grupo de gente tan poderosa. Y es que, hablando de poderes, la habilidad de Kumagawa es sencillamente impresionante. El resto de minus también, pero es que lo de Kumagawa es tremendo. Muy interesante este manga.


Batman #1 a #4, de Scott Snyder y Greg Capullo
Los dos números trimestrales recopilatorios de la nueva serie de Batman del Nuevo Universo DC incluyen historias de dos series. Por un lado Batman, donde se nos presenta al Tribunal de los Búhos, una organización secreta que opera en Gotham y que ahora tiene como objetivo al caballero oscuro. Creo que es un buen comienzo, tengo muchas ganas de ver cómo sigue la historia.

Es la primera serie que leo de Snyder y Capullo, y debo decir que me ha gustado mucho el dibujo, especialmente en las escenas de acción, que están dibujadas muy espectaculares, aunque un poco menos en las caras en momentos normales, pero nada grave.

Y la historia es muy entretenida. Snyder parece dominar además el formato, y acaba cada número con una escena que te deja con ganas de empezar ya el siguiente número. La historia engancha, y tengo interés por conocer más sobre esta sociedad que parece que va un paso por delante de Batman. La aparición de Garra en la torre es muy buena, y la investigación que va realizando Batman sobre esta organización mantiene el interés a lo largo de los números. Promete bastante.


Detective Comics #1 a #4, de Tony S. Daniel
La otra serie es Detective Comics, a cargo de Daniel, que es a su vez el dibujante. Es una serie que se sitúa en otro momento de la historia, así que supone un corte respecto a la trama anterior. En esta ocasión, el Joker es atrapado por Batman y puesto en manos del Dr. Arkham. Sin embargo, salta la sorpresa cuando lo único que aparece del Joker al día siguiente es la piel de su cara. Así pues, Batman tendrá que hacer frente también a una persona conocida como El Muñequero, que se dedica a hacer experimentos con humanos.

Esta lectura también ha sido muy entretenida. El dibujo de Daniel también me ha parecido bastante notable, y me ha gustado que ambas series, tanto Detective Comics como Batman, guarden gran similitud en su apartado gráfico, lo que aporta cierto grado de continuidad. La historia también engancha bastante. Evidentemente el Muñequero no es tan carismático como el Joker, pero la implicación de este con el primero y el plan que puede estar forjando y del que de momento no se conoce nada, plantea una situación muy interesante. La historia tiene buen ritmo y es muy amena de leer gracias a unas buenas escenas de acción, aunque lo de la niña me parecía bastante claro. Al igual que con Batman, tengo bastantes ganas de seguir con ella.

Como punto negativo que comparten ambas historias, es la edición. No me acaba de encajar que al comprar un número de la edición trimestral me vengan dos números de cada una de las series. Eso hace que avanzar con ambas sea bastante lento, ya que es peor ritmo que el mensual original. El paso de una historia a otra también supone un pequeño hachazo en el ritmo, ya que estamos cambiando completamente de situación.  Quiero seguir con ambas historias, pero no tengo claro que esta sea la edición que me gustaría tener. Prefiero tener ambas series por separado, como viene en la edición americana, sin ir más lejos.

lunes, 27 de enero de 2014

Desafío Premios Hugo

Hoy os presento otro reto más al que me apunto, y que ya introduje en la entrada recopilatoria del año 2013. Este desafío en particular está organizado por Gecko Books, y consiste en leerse las novelas que han ganado el Premio Hugo desde que comenzó a otorgarse en 1953. Lo bueno de este reto es que no tiene límite de tiempo.


También me ha animado a apuntarme el hecho de que me gusta mucho la ciencia-ficción (fue el género que más me gustaba cuando comencé a devorar libros hace ya unos cuantos años), y que al menos de la lista, ya tengo leídos unos cuantos, y siempre he tenido interés en leer el resto.

A continuación os dejo con la lista, tomada de Gecko Books, donde aparecen tachados los libros que ya he leído:

2013: Redshirts: A novel with three codas, de John Scalzi
2012: Entre Extraños, de Jo Walton
2011: El apagón, de Connie Willis
2010: Ex-aequo La ciudad y la ciudad, de China Miéville
          La chica mecánica, de Paolo Bacigalupi
2009: El libro del cementerio, de Neil Gaiman
2008: El sindicato de policía yiddish, de Michael Chabon
2007: Al final del arco iris, de Vernor Vinge
2006: Spin, de Robert Charles Wilson
2005: Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke
2004: Paladín de almas, de Lois McMaster Bujold
2003: Homínidos, de Robert J. Sawyer
2002: American Gods, de Neil Gaiman
2001: Harry Potter y el cáliz de fuego, de J.K. Rowling
2000: Un abismo en el cielo, de Vernor Vinge
1999: Por no mencionar al perro, de Connie Willis
1998: Paz interminable, de Joe Haldeman
1997: Marte azul, de Kim Stanley Robinson
1996: La era del diamante, de Neal Stephenson
1995: Danza de espejos, de Lois McMaster Bujold
1994: Marte verde, de Kim Stanley Robinson
1993: Ex-aequo Un fuego sobre el abismo, de Vernor Vinge
          El libro del día del juicio final, de Connie Willis
1992: Barrayar, de Lois McMaster Bujold
1991: El juego de los Vor, de Lois McMaster Bujold
1990: Hyperion, de Dan Simmons
1989: Cyteen, de C. J. Cherryh
1988: La rebelión de los pupilos, de David Brin
1987: La voz de los muertos, de Orson Scott Card
1986: El juego de Ender, de Orson Scott Card
1985: Neuromante, de William Gibson
1984: Marea estelar, de David Brin
1983: Los límites de la Fundación, de Isaac Asimov
1982: La estación Downbelow, de C. J. Cherryh
1981: La reina de la nieve, de Joan D. Vinge
1980: Fuentes del paraíso, de Arthur C. Clarke
1979: Serpiente del sueño, de Vonda McIntyre
1978: Pórtico, de Frederik Pohl
1977: La estación del crepúsculo, de Kate Wilhelm
1976: La guerra interminable, de Joe Haldeman
1975: Los desposeídos, de Ursula K. Le Guin
1974: Cita con Rama, de Arthur C. Clarke
1973: Los propios dioses, de Isaac Asimov
1972: A vuestros cuerpos dispersos, de Phillip José Farmer
1971: Mundo Anillo, de Larry Niven
1970: La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. Le Guin
1969: Todos sobre Zanzíbar, de John Brunner
1968: El señor de la Luz, de Roger Zelazny
1967: La luna es una cruel amante, de Robert A. Heinlein
1966: Ex-aequo Tú, el inmortal, de Roger Zelazny
          Dune, de Frank Herbert
1965: El planeta errante, de Fritz Leiber
1964: Estación de tránsito, de Clifford D. Simak
1963: El hombre en el castillo, de Philip K. Dick
1962: Forastero en tierra extraña, de Robert A. Heinlein
1961: Cántico por Leibowitz, de Walter M. Miller
1960: Tropas del espacio, de Robert A. Heinlein
1959: Un caso de conciencia, de James Blish
1958: El gran tiempo, de Fritz Leiber
1956: Estrella doble, de Robert A. Heinlein
1955: La máquina de la eternidad, de Mark Clifton y Frank Riley
1954: Fahrenheit 451, de Ray Bradbury
1953: El hombre demolido, de Alfred Bester

Retrospectivos:
1951: El granjero de las estrellas, de Robert A. Heinlein
1946: El mulo, de Isaac Asimov

Progreso del reto: 10/65

miércoles, 15 de enero de 2014

Kimagure Orange Road

Kimagure Orange Road (KOR) es un manga de Izumi Matsumoto, publicado en los años 80 en la conocida revista Shônen Jump, casa de series como Dragon Ball, One Piece o Saint Seiya, pero también de comedias románticas como esta. 

El protagonista de la historia es Kyôsuke, un chaval cuya familia, compuesta por su padre y sus dos hermanas, tienen poderes: puede teleportarse, mover objetos con la mente, etc. Debido a ello, cuando la gente comienza a sospechar de ellos, tienen que mudarse y empezar de cero. En su nueva ciudad, Kyôsuke conoce un día en un parque a Madoka, que resulta ser una compañera en su nuevo instituto. Aunque siente interés por ella, también conocerá en el instituto a Hikaru, amiga de Madoka, quien se siente atraída por Kyôsuke casi desde el principio, liando así la historia.

La serie se publicó durante 3 años, recopilándose en un total de 18 tomos, aunque en España la editorial Glénat/EDT la ha publicado en otra edición que recoge toda la historia en 10. Sin mucho miedo a equivocarme, creo que se puede decir que esta es la obra más conocida de Matsumoto. KOR tuvo una adaptación animada el mismo año que terminó el manga, que fue continuada posteriormente con OVAs y películas. En España la serie llegó en los 90 con el nombre de Johnny y sus Amigos, que fue como yo la conocí, y ya más recientemente, Jonu Media sacó la serie en DVD, antes de desaparecer.

Este es uno de esos animes y series de la infancia que de repente cuando los ves en las estanterías de las tiendas, te asalta el factor nostalgia. Tenía un recuerdo bastante agradable de esta serie, de verla y estar bastante enganchado y seguir con interés sus capítulos, aunque no recordaba ver el final. Así que cuando EDT liquidó los 10 tomos del manga en dos packs de 15€ cada uno, me hice con ella para echarle un ojo.


Este es uno de esos animes y series de la infancia que hay que dejar allí, en la infancia. Al menos en mi opinión, por supuesto. La verdad es que la lectura de los tomos de KOR, o al menos de los cuatro que pude terminar, fue bastante tediosa, salvo el primer tomo de presentación, así que he cancelado su lectura. La presentación de la serie no está mal. Conocemos a los personajes principales, Kyôsuke, Madoka e Hikaru, los poderes de la familia Kasuga y los primeros malentendidos que tienen lugar en el triángulo amoroso formado por los tres.

El problema viene cuando uno lee a continuación otros tres tomos que repiten el mismo esquema una y otra vez de malentendidos y amagos de avance con una u otra chica. Creo que la serie se hace repetitiva muy rápido y no sabe incorporar elementos que aporten dinamismo a la historia, salvo en momentos muy aislados como la aparición de los primos de Kyôsuke, que sí aportan algo de frescura a la historia en sus breves apariciones, o los momentos en los que las hermanas toman un poco más de protagonismo.


Por desgracia, estos momentos no son muy abundantes, y casi todos los capítulos consisten en algún malentendido entre Kyôsuke, Madoka e Hikaru, provocado generalmente por la indecisión de Kyôsuke de no saber con qué chica se quiere quedar. El caso es que el lector sí se hace una idea de quién es la favorita de Kyôsuke (aunque igual al final me hubiese sorprendido, quién sabe...), así que me resultó bastante cansino las vueltas que va dando la serie para que la trama no avance, ya sea dejándose querer por la otra en otros capítulos o parando cualquier avance de manera brusca.

Los personajes tampoco se hacen querer. Kyôsuke me parece un poco pánfilo, y cuesta identificarse con él (o al menos en mi caso) cuando se dedica a jugar a dos bandas claramente, cosa que todo el mundo le perdona porque claro, el chaval es un indeciso. Pobrecito, lo que sufre. Esta actitud también me sorprende en personajes como Madoka, que sí me resulta más interesante, pero que me cuesta creer que trague por diversas situaciones que se plantean en la historia, es algo que me resulta muy inverosímil. E Hikaru me es totalmente indiferente. También eché en falta algo más de desarrollo de los personajes, creo que es bastante escaso para los cuatro tomos que leí, y lo mismo de esa forma me hubiera interesado más la historia.


La serie también es muy hija de su tiempo, tanto en el dibujo como en algunas actitudes de los personajes. Solo así uno puede dejar pasar comentarios como "esto es lo que debe hacer una mujer cuando se casa", mientras limpia lo que se ha derramado del vaso de Kyôsuke, por poner un ejemplo. El dibujo es sencillo pero cumple y transmite bastante bien lo que necesita, los personajes son bastante expresivos y en ese sentido, no tengo nada que reprochar.

KOR me ha resultado una lectura decepcionante, un buen ejemplo de que muchas veces, es mejor tener un recuerdo de la infancia intocable, antes que comprobar cómo ha envejecido y llevarte la sorpresa. A mi por lo menos no ha resultado una serie que me resultase interesante o divertida, por lo general se me hacían bastante repetitivos los capítulos y tenía que forzarme a terminar los tomos. Hasta que ya en el cuarto no pude más. 

lunes, 13 de enero de 2014

Reto Dragonlance

Voy a ir subiendo poco a poco una entrada para oficializar los distintos retos a los que me he ido apuntado últimamente. El primero de ellos es este reto de la Dragonlance organizado por el blog Monsters are such Innnteresting People de Mss Black y Mss Blue.

Teniendo en cuenta el nick que uso por internet, no era de extrañar que me apuntase a este reto, ¿verdad? Además, hace mucho que me releí las sagas principales por última vez, y tenía ganas de darle una relectura, así que es una ocasión perfecta.


El reto consiste en leerse durante este año 2014 las dos trilogías principales de todo el universo Dragonlance, que como alguno ya sabrá, es muy amplio con más de un centenar de novelas publicadas. Estas dos trilogías son:

Crónicas de la Dragonlance
  • El Retorno de los Dragones.
  • La Leyenda de Huma.
  • La Reina de la Oscuridad.
Leyendas de la Dragonlance
  • El Templo de Istar.
  • La Guerra de los Enanos.
  • El Umbral del Poder.
La historia de la saga continúa más allá de las Leyendas, pero el reto comprende únicamente estas dos trilogías, que además y desde mi punto de vista según los libros de la serie que he leído, son las dos mejores.

Técnicamente son seis libros, pero como tengo las dos trilogías cada una en una edición recopilatoria, haré una reseña por trilogía. ¡Ya os iré comentando!

miércoles, 8 de enero de 2014

Kyoukai no Kanata

Comienza el año de reseñas 2014 con un anime, en concreto una de las series que se estrenó la pasada temporada de otoño: Kyoukai no Kanata, serie de 12 episodios que terminó su emisión el pasado mes de diciembre.

Es uno de los últimos trabajos del estudio Kyoto Animation, y adapta una serie de novelas con guión de Nagomu Torii y dibujo a cargo de Chise Kamoi, que ya ha participado en otros proyectos de anime del susodicho estudio.

La sinopsis de la serie me resultó interesante, así como algunas de las etiquetas que le ponían para clasificarla, como seinen o fantasía oscura. El protagonista es Kanbara Akihito, un chico que en realidad es mitad humano y mitad demonio, lo que le permite recuperarse rápidamente de las heridas que sufre. Un día conoce a Kuriyama Mirai, una chica cazademonios que tiene la habilidad de manipular su sangre a su antojo para usarla como arma.

Si tuviera que definir a esta serie con una palabra, sería "irregular". Kyoukai no Kanata tiene un comienzo bastante interesante, logra sostenerse encadenando un par de episodios decentes y mete un subidón con un cuarto episodio muy épico e interesante, que parecía presagiar que todo lo referente al seinen y fantasía oscura podía ser verdad.

Pero no. Curiosamente, a partir de aquí, la serie oscila entre una mayoría de episodios normales con detalles aquí y allá que no me terminaron de convencer, un par de episodios buenos y algún episodio francamente bochornoso como el sexto, "Shocking Pink", que solo sirve para meter fanservice (aunque no especialmente molesto) e intentar vendernos un single.


Parece claro que al menos para mi, uno de los problemas de esta serie, quizá el principal, es el ritmo y la distribución de episodios. Hay unos altibajos notables en la narración, especialmente a partir del cuarto episodio, y así hay momentos en los que la historia me resultaba interesante y que avanzaba en una buena dirección, mezclados con otro que me interesaban más bien poco o nada, que casualmente suele coincidir con los momentos en los que la serie intenta relajar el ambiente.

Creo que Kyoukai no Kanata tampoco ha sabido mezclar bien sus géneros. La serie tiene algo de comedia, bastante slice-of-life y escenas de acción, pero no creo que sus partes estén bien compensadas. La comedia es un tanto extraña, a veces me ha funcionado, especialmente al principio de la serie, y otras no tanto, como toda la obsesión de Akihito con las gafas; las dosis de slice-of-life se me antojan excesivas, porque no me ha parecido que desarrolle tanto a los personajes ni que aporte gran cosa. Entiendo que le da pausa a la serie y minutos para desarrollar a los personajes, pero no me ha terminado de convencer, como decía antes me aburría en más momentos de los deseados. Por el contrario las escenas de acción están bastante bien resueltas, otra cosa es que luego todo encaje más o menos bien.


Los personajes tampoco ayudan mucho para que la serie despunte más allá del mero entretenimiento. Akihito prometía bastante al principio, pero luego creo que se desinfla mucho una vez que se revela las implicaciones que tiene su parte medio demonio. Casi una evolución opuesta sufrió Mirai, pasando de lo más anodino a resultarme cada vez más interesante y llegar a entenderla, gracias a alguno de los buenos episodios que tiene la serie. 

Pero los secundarios no llegaron a engancharme. Creo que se le podría haber sacado mucho más partido a Izumi, a los hermanos Hiroomi y Natsuki Nase, así como a Miroku, el encargado de los cazadores de demonios. Este problema con los personajes es de guión, y es que creo que sus motivaciones en algunos momentos no están del todo claras, o están introducidas a destiempo. Por no hablar del desastre que supone el desarrollo que sufre Sakura, o el absurdo personaje de la madre de Akihito, sin ir más lejos. 


Y sumado a lo mejorable que me parece el apartado de personajes y la mala mezcla de géneros, la propia trama creo que podría haberse beneficiado de dedicar algo más de minutos al tema de los demonios, la organización de los cazadores de demonios, la implicación de la familia Nase y cosas así. Además, la conclusión de la serie, con su minisaga final, no me dejó muy satisfecho con todo ese tira y afloja para al final cerrar como cierra.


A nivel técnico y como es habitual con KyoAni, pocas pegas. Animación colorida y fluida, es todo un gustazo para la vista. El diseño de personajes es agradable, aunque ya estoy un poco cansado de tanto diseño de niñas monas o personajes como la madre de Akihito; y además ya tengo asumida la reutilización de diseños en los personajes de las series de este estudio... 

Tampoco es que sea un desastre de serie, por lo general son episodios entretenidos de ver, aunque a partir de cierto punto en la serie en cada uno de los episodios me encontraba siempre con alguna cosa que no me terminaba de convencer. Y la animación acompaña mucho. Si uno no es muy exigente con la trama, puede encontrarse con una serie bastante pasable para echar el rato, pero a mi cada vez me cansa ver más series que al final acaban cayendo en la media por guiones mejorables.